Emergencia que moviliza a pocos

Diario La Región 29 de Abril 2007
José Manuyama
Desde que se decretó la Emergencia Educativa en el año 2003 hasta la fecha, poco se ha avanzado realmente, lo cual debe asumirse como un verdadero fiasco que arrastra a los niveles más altos del gobierno hasta el docente de la institución educativa más lejana del medio rural. En la región, 90.2 % de los alumnos y alumnas de quinto año no logran el dominio de comprensión lectora, según datos de la Evaluación Nacional 2004. En tanto la situación en el área de matemática es aún más grave: 97.2 % desaprueban.
El reconocimiento de estos resultados debe remecernos emocional y racionalmente para buscar el grado de responsabilidad que tenemos al respecto. A las y los docentes nos tocará ver qué parte nos atañe en esta debacle y creo que, sin dejar de lado el poco apoyo que recibimos, no hemos respondido con suficiente convicción y profesionalismo. La emergencia educativa debió verse como una situación que exige respuestas inmediatas de todos los sectores, pero en la práctica no fue así. Por el nivel de respuesta diríamos que muy pocos de los actores involucrados han visto con nitidez la gravedad de lo que significa ser comparsa de una sociedad eclipsada por la ignorancia y la exclusión.
Por ello, debemos de profundizar en el sentido mismo de la emergencia educativa para comprender la verdadera magnitud del problema y encararlo desde lo más urgente: las competencias comunicativas, las capacidades de razonamiento lógico matemático y la práctica de valores. Se trata de priorizar estos ejes curriculares por encima de otros fijándoles más tiempo, dinero y efectividad. Con la declaratoria de emergencia tenemos la oportunidad pedagógica de dejar de lado lo difuso y amplio del currículo para ceñirnos con exclusividad, audacia y creatividad a sus componentes planteados. Esto, implica también una movilización inteligente que involucre a toda la escuela, pero también a los otros agentes educativos, incluyendo la sociedad civil y principalmente el estado (no es suficiente enunciarlo en el papel).
Hubo un error en la implementació n de la estrategia asumida, ponderando demasiado el aspecto cognitivo. El dominio de la comprensión lectora no sólo depende de métodos de lectura, sino de otras condiciones básicas como el simple hecho de tener qué leer (en cantidad y calidad), la motivación suficiente como para atraer la mirada de las y los estudiantes hacia la lectura, la conexión del aprendizaje con sus necesidades e intereses. Si los alumnos no comprenden lo que leen no es por falta de técnicas sino porque simplemente no leen en la escuela y menos fuera de ella; no hay cultura lectora. Por ello, las estrategias que deben implementarse tienen que involucrar a todas las áreas curriculares y espacios educativos de la escuela, creando un entorno favorable que invite al estudio y a la cultura. Se necesita además de finalidades que den sentido a la dinámica escolar en función a las demandas educativas más sentidas. De lo contrario, podemos pasarnos todo el año hablando de emergencia educativa, pero sin la debida claridad, habremos desperdiciado el tiempo y los pocos recursos con que contamos en las escuelas y pasarán otros años más sin haber avanzado ni una pizca.
Es difícil aceptar que no haya mejoría, a pesar de las horas de estudio existentes: 35 horas a la semana como mínimo y más de 10 áreas curriculares en el nivel secundario. Bastaría disponer el uso intensivo y obligatorio de todo tipo de información en cada sesión de aprendizaje, la tarea de emitir opiniones adecuadamente escritas y habladas en cada espacio de aprendizaje. Justamente, es inherente destinar horas y tareas comunicativas en toda área del currículo. ¿Qué área no lee, no escribe, no habla? ¿Qué hacemos en el aula? ¿Qué observan los directivos y responsables de las instituciones educativas? En cualquier caso ¿Será difícil aplicar esto que planteamos? No lo creo. Se trata de tener voluntad, claridad en el tema e impulsar el trabajo docente en esta línea.
Otro análisis requiere la crisis de aprendizaje en habilidades de razonamiento lógico matemático. Ciertamente hay mucha difusión de literatura en torno a comprensión lectora al alcance de los maestros, pero de este asunto se dice poco. Los docentes del área se encuentran muy aislados incluso en las mismas escuelas. No hay muchas luces sobre las formas y medios emplear para abordar el problema de los bajos logros. Mientras tanto el desarrollo de estas capacidades se mantiene en un nivel alarmantemente bajo. No hay indicio de cambio en la enseñanza ni en los resultados de una competencia tan básica que toda persona debe tener en la actualidad.
Tanto las autoridades educativas, regionales y nacionales, la sociedad civil, el estado en general y los maestros, debemos dar un vuelco al asunto. Por separado no se puede y la escuela no tiene la responsabilidad exclusiva en el tema, aunque adelantándose a todos, ésta puede ostentar logros tangibles en el corto plazo si prioriza gastos, optimiza recursos, se recicla pedagógicamente y logra el apoyo estratégico de algunas instituciones.

Comentarios

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  2. !Qué bien, Pepe! Te felicito que sigas escribiendo sobre nuestra realidad educativa regional.Por mi parte estoy en la misma ruta. Ahora también tengo mi blog, a donde me puede visitar: tipishca.blogspot.com. No olvides escribir para KANATARI.
    Saludos.

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  3. es increible poder conocer la realidad de pueblos hermanos, gracias

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