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Mostrando entradas de abril, 2008

Reivindicación color tierra

De un tiempo a esta parte sucede algo curioso pero expresivo a la vez de ciertas creencias culturales cargadas de discriminación, ignorancia y velado racismo. Me refiero al modo cómo los conductores de motocicletas se protegen cuando transitan por las calles de Iquitos bajo los implacables y abrasadores rayos del sol. Es natural que nos protejamos de semejantes calores, especialmente las del medio día. Se utilizan camisas mangas largas, finas toallas, bolsas de telas que cubren los brazos y todos los recursos que evitan que las manos, brazos y el rostro sean alcanzados por las ondas solares. A diferencia de otras ciudades donde el sol es estacional, aquí lo tenemos todo el tiempo, salvo los momentos de lluvias y aguaceros. En temporadas veraniegas costeñas, el marketing comercial arrecia con sus ofertas de accesorios que incluyen bloqueadores que tienen la finalidad principal de evitar que la exposición desmedida a los rayos solares traiga algún tipo de enfermedad a la piel. En nuestro

Prohibido parpadear

La semana pasado me tocó vivir una desconcertante experiencia a partir de la cual se puede extraer algunas reflexiones, en torno a las limitaciones que las gestiones municipales y regionales adolecen, por la falta de capacidades políticas y técnicas para hacer las cosas correctamente. Entre la calle Huanuco con 28 de Julio existe un terreno de aproximadamente 300 m2, en cuyo centro se encontraba una loza deportiva de más de 15 años de existencia, que recibe la visita de jóvenes deportistas de diversas partes de la ciudad. Es un espacio que ya forma parte del paisaje del reciente distrito de Punchana, igual que las otras lozas instaladas en todos los barrios populares. De la noche a la mañana un grupo de personas empezaron a picar el deteriorado cemento para poner los restos a los lados de lo que fuera la canchita deportiva. Vaya sorpresa para los habitantes de las 8 viviendas que tienen el domicilio alrededor de la misma y de los vecinos que siempre soñaron ver a este lugar hermoso, ll

Oportunidades que se pierden

Sueño que un día tengamos las autoridades más idóneas que sean capaces de liderar y aglutinar al sector magisterial tras una revolución educativa que garantice el acceso equitativo e igualitario de todas las personas a su desarrollo personal y profesional. Que inmiscuya a todo el magisterio en una dinámica de cambio, creatividad, exigencia que permita crear verdaderas comunidades de aprendizaje. Que dignifique la labor docente con los estímulos y las condiciones más adecuadas y que vincule su mejor desempeño profesional con calidad de vida personal y familiar. Que involucre a toda la comunidad sin excepción sin que parezca que la educación sea una tarea exclusiva de las y los docentes. Por las circunstancias aciagas en que se debate la educación en estos días, podemos colegir que aún estamos a años luz de aquella realidad. Si nos preguntáramos a dónde apunta la política educativa estatal la respuesta quedaría sin respuesta ya que los efectos más inmediatos de sus iniciativas han sido