La realidad exige a la escuela respuestas más creativas y audaces


José Manuyama
Para que se dé el aprendizaje se requiere una serie de condiciones favorables que lo impulsen. Además de los sujetos que intervienen directamente, influyen la infraestructura, los materiales educativos, los equipos y mobiliarios. No es lo mismo estar en un aula en abandono absoluto que en un espacio pintado, implementado, limpio, con suficiente iluminación y con sillas y muebles donde trabajar cómodamente.
Por ello es lamentable constatar en casi todas las instituciones educativas el deplorable estado de los ambientes de estudio y específicamente las carpetas donde hacen las tareas educativas los y las estudiantes. Muebles incómodos, viejos y deteriorados por donde se los mire. Aquellas tradicionales carpetas bipersonales siguen resistiendo lánguidamente el paso del tiempo hasta hoy, en desmedro de los estudiantes que no les queda otra opción que padecerlas día tras día.
En suma, las carpetas bipersonales están en desuso hace mucho rato y es evidente que obstaculizan el estudio. Igualmente, los módulos de mesas individuales que muchas instituciones educativas reciben cada año a la larga aumentan los problemas, pues desafortunadamente se quiebran cual galletas dejando en medio año a los escolares literalmente al aire. Gastos inútiles, cuando no irregulares que muestran la forma ineficiente -por decir lo poco- en que administran los recursos públicos las autoridades locales y regionales. Aunque, a decir verdad, estos módulos unipersonales son mejores que las de dos en uno, su introducción en el aula deja mucho que desear ya que abarcan casi todo el espacio libre del aula, quitándole funcionalidad organizativa, es decir dificultad para probar nuevas formas de trabajo grupal. Hay aulas que están tan llenas de pupitres y estudiantes que sofocan a cualquiera y en las que el profesor apenas puede desplazarse de un lugar a otro.
De igual forma se puede opinar del uso de sillas-escritorio muy usados en el ámbito universitario y superior y algunas instituciones educativas: verdaderamente infecundo para el trabajo grupal.
Por estas consideraciones, el Colegio Nacional Iquitos ha tomado la iniciativa de implementar tres salones de siete mesas para seis estudiantes cada una. Existen razones pedagógicas y didácticas para ello. Por ejemplo: condiciona a trabajar en equipo, favorece la interacción permanente entre los estudiantes y consecuentemente al desarrollo de habilidades sociales, fomenta solidaridad y un mayor sentimiento de pertenencia. Todo trabajo social se desarrolla en relación e interdependencia permanente para lo cual los y las alumnas deben estar preparadas. Está demás decir, que la empatía y la disposición para el trabajo en equipo constituyen una oferta muy escasa en nuestro tiempo, una necesidad de primer orden cuya desatención debilita cualquier sistema laboral.
La experiencia recogida hasta la fecha, arroja interesantes aprendizajes: evidentemente constituye otra forma de organizar el aula, diferente de la arraigada práctica de poner las carpetas en columnas orientadas hacia la pizarra (organización creada para un sistema escolar basado exclusivamente en la instrucción) tarea que el docente está poco dispuesto a asumir; sin embargo con la oportuna información y debida preparación todos se beneficiarán de tan ventajoso recurso; transforma la práctica educativa, pues se requiere de otras estrategias de aprendizaje, método y técnicas, formas de evaluación, etc., lo cual exige mayor competencia docente. Asimismo, hay más facilidad para organizar asambleas, coloquios, dinámicas, además de facilitar la limpieza del aula ya que queda más espacio libre. En cualquier caso, no es lo mismo mover 40 mesitas individuales o sillas - escritorio que seis mesas grandes. Adicionalmente, los costos de fabricación son menores. Un módulo de seis mesas (para 36 escolares) cuesta alrededor de 2000 soles en total, en contraste, las mesas individuales para la misma cantidad de alumnos supera este monto por lo menos en un 30 %.
En el nivel inicial y en algunas instituciones primarias se utilizan las mesitas en forma habitual. Es un recurso más de una serie de componentes asociados a los buenos resultados educativos que evidencia cualquier escuela de la etapa inicial. Habrá que hacer un estudio más riguroso al respecto
Las innovaciones no son cuestiones raras ni sofisticadas, son más bien mejoras simples pero trascendentes, es decir que tienen un impacto extraordinario en la forma de alcanzar los objetivos que se esperan alcanzar. Son tan simples que una vez estrenadas no parecen nada de otro mundo, pero que efectivamente cambian procesos y optimizan los resultados.

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