No hay lugar para el racismo en una sociedad sana
“El “no puedo respirar” se ha convertido en un símbolo de la igualdad racial, coreado por los miles de participantes que se han sumado a las calles en todo el país norteamericano”
José Manuyama Ahuite
El crimen
de una persona afroamericana en EE.UU., ha desplegado más de dos semanas de
protesta consecutiva y generalizada en dicho país, y se ha extendido a varias
ciudades de Europa.
El “no
puedo respirar” se ha convertido en un símbolo de la igualdad racial, coreado
por los miles de participantes que se han sumado a las calles en todo el país
norteamericano. “I can't breathe” es la última frase suplicante de George
Floyd, mientras era asfixiado por la rodilla de un impávido y deshumanizado
policía. Las imágenes dramáticas del hecho son verdaderamente espantosas,
retrato de un triste episodio que ninguna persona merece sufrir.
Los
protestantes guardan varios minutos de silencio en determinados momentos, en
aciaga recordación de los 8 minutos que el policía acusado de asesinato,
aprisionó el cuello del ciudadano que vivía en la ciudad de Minneapolis.
“El Perú, erigido sobre la violencia racista
colonial, todavía padece de este tipo de situaciones vejatorias”
El Perú,
erigido sobre la violencia racista colonial, todavía padece de este tipo de situaciones
vejatorias. Todavía hay programas televisivos basados en estereotipos que
denigran al poblador andino, afroamericano, y amazónico. Y todavía hay gente
que cree en su cierta superioridad racial por encima de las demás pueblos. Un
pensamiento enfermo heredado de nuestra situación histórica que obstaculiza la
integración nacional y la armonía de nuestra patria.
El
racismo no es un aspecto aislado. Viene con la invasión europea y subsiste
hasta nuestros días. La soberbia cultural destruye la vida de todos y ha
hecho añicos las culturas andino amazónicas, sobre cuyas bases
espirituales hoy reside en parte la sobrevivencia de la propia humanidad.
Los
amazónicos sí que sabemos de racismo. Muchas lenguas han desaparecido. Hablamos
en español, pero es la lengua impuesta a sangre y fuego. Sí que cuesta asumir
un enfoque intercultural que permita la superación de la desintegración social.
Las escuelas reproducen la supremacía occidentalizada en desmedro de las
culturas ancestrales.
Por
suerte nada está concluido. Es bueno que el noticiero de las 8 de la noche de
canal 7, termine con unos minutos en una lengua originaria según el día.
Radio
Ucamara en Nauta, con Leonardo Tello, lleva por muchos años programas en kukama
kukamiria. Gracias a este trabajo y de muchas otras valiosas iniciativas la
gran lengua de mis ancestros subsiste.
Qué
infinito valor tiene para los pueblos que han mantenido el idioma en la
Amazonía: achuar, candoshi, bora, huitoto, quichuas, entre otras lenguas. Es
hermoso escuchar el shipibo en Lima y en Pucallpa.
“La plaza de armas de Iquitos es la plaza más
racista de todas, no tiene nada de intercultural”
La plaza
de armas de Iquitos es la plaza más racista de todas, no tiene nada de
intercultural. Esta ciudad construida bajo la violenta influencia de la época
cauchera, está rodeado de comunidades Kukamas. Con un poco de educación intercultural
algo de la sabiduría ancestral encapsulada en su idioma de origen tupí guaraní,
saldría a la luz para beneficio de todos, al albergar diversos saberes sobre
una mejor convivencia entre humanos y con los bosques y ríos.
Ya no
tenemos que blanquearnos culturalmente. Ya no tenemos que justificar nuestra
existencia. Son increíble las muestras de solidaridad en todo el mundo que ha
generado la protesta por George Floyd. Soplan aires de justicia en todas
partes.
“Es hora de constituir ese gran país intercultural,
donde la diversidad es un gran potencial socioeconómico”
Es hora
de constituir ese gran país intercultural, donde la diversidad es un gran
potencial socioeconómico. Bien que se benefician las corporaciones extranjeras
de las ruinas dejadas por la sabiduría incaica. No hay nada como la madreselva
y sus pueblos originarios.
Definitivamente la vida de un africano importa.
Black lives matter, pero hay algo más importante que es que “ningún humano está por encima de otro”. No hay lugar para el racismo en una sociedad sana. Liberemos a la
humanidad del racismo. El Perú de futuro es de todas las sangres, parafraseando
al gran escritor José María Arguedas. Deconstruir la interculturalidad es
nuestro gran desafío.
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