Más trabajo lúcido que puro entretenimiento
Sólo basta mirar los titulares de los periódicos más populares y los programas de televisión más vistos para darnos cuenta que lo que vende, y lo que mueve a gran parte de la sociedad es el puro entretenimiento que poco o nada contribuye a tener una conciencia más informada y razonada de nuestros problemas y del compromiso que tenemos como personas con la construcc
ión de un mundo más humano. Además, se hacen grandes negocios de este tipo de entretenimiento que crea tras de sí una verdadera matriz donde la gente vive enchufada y dónde ningún futuro inteligente es posible pues, este mundo, de statu quo desigual, se alimenta de la misma desigualdad, de la depredación del medio ambiente, del abandono de las buenas costumbres, o del facilismo generalizado o de otros males sociales.
Los políticos encaramados en los cargos de gobierno como parte del statu quo, se aprovechan de la cultura del entretenimiento, la extienden para poder sacar propio provecho de las circunstancias, mientras los grandes grupos que manejan los principales negocios del mundo, llámese minería, petróleo, bancos, madera ilegal, y otros tienen el camino libre para seguir operando sin reparos en cuestiones ambientales, sociales o culturales. En esta realidad no cuenta si se afecta a comunidades, pueblos enteros o ciudades. No importa si se destruyen valores tradicionales, los conocimientos alternativos o la lengua de un pueblo.
Por ello no se puede dejar de lado, por lo menos, evidenciar el verdadero rostro de aquellas campañas cuyos rasgos y magnificencia con que vienen suena más a despilfarro, a espejismo, o a circo, pues ninguna expresa ni se vincula con la realidad cada vez más crítica y de la propia forma de gobernar de autoridades siempre a espaldas a la población y de la razón.
Campañas o iniciativas como las promocionadas Marca Perú y el video de “Loreto, Italia”, la construcción del Cristo del Pacífico, la convocada por la fundación New7Wonders, o aquellas que tanto alucinan a algunos egos colosales, quedan despintados si los comparásemos con otras que sí merecerían iniciarse, digno de un notable elogio por su elevada significancia y al grado de dificultad que implicaría llevarlas a cabo, como por ejemplo, lograr el título de ser el país o región con cero desnutrición infantil, igualmente sería honroso iniciar la campaña para obtener la certificación de ser una región económicamente ecológica, o ser una región maravilla por contar con ríos liberados de contaminación por minería o petróleo.
Podríamos hacer un listado enorme de verdaderas campañas que sí comportarían grandes esfuerzos humanos y materiales. Cómo no va a ser importante lograr que en dos o tres años ser los campeones en comprensión lectora. En Loreto después de la fiebre de algunos por el supuesto galardón ofertado por una empresa privada a la Amazonía, todo sigue igual. Seguimos como estábamos y sin perspectivas de mejora intensiva y extensiva de la calidad de vida de la población. En todo caso, este premio se lo llevará la naturaleza, o la divina providencia, pues nadie terrenal que conozcamos ha construido el río Amazonas. Lo más terrícola que tiene el río Amazonas es la polución que generamos sus habitantes de diverso modo, unos para sobrevivir y otros para mantenerse como las empresas más grandes del mundo, so mérito de desnaturalizarlo.
En vez de entretenimiento se requiere un trabajo más laborioso, inteligencia supina, lucidez para vivir y convivir mejor con nosotros mismos y con la naturaleza que nos cobija. Algo que al parecer la cultura del entretenimiento, la política que impera y los políticos que lo representan se encargan de hacernos ver que esta realidad está todavía muy lejos de alcanzar.
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