Amazonía peruana camino al colapso

La frontera petrolera nos estrecha cada vez, amenazando convertir a Loreto en un basurero residual de las petroleras. Casi toda la zona norte de la región está devastada, y nuevos proyecto como el lote 67 y el 117 completaría por destruir toda la vasta zona norte de la Región. A esto hay que incluir el lote 8, cuya plataforma más siniestra se ubica en el mismo corazón de la Reserva Nacional Pacaya – Samiria. Además se intenta perforar 51 pozos petroleros en la cuenca del Nanay, cuenca que por su importancia ambiental y económica merece salvaguardar, y del cual se beneficia más de medio millón de habitantes. La zona norte no basta, pues, Gran Tierra Energy se prepara para explotar en el lote 95 ubicado en la provincia de Requena. Las petroleras financian la expoamazónica.

A esto hay que añadir proyectos de evidente inviabilidad como la hidroeléctrica de Mazán, Del Pongo de Manseriche y otros despropósitos hidroenergéticos. Se suma el proyecto del Tren Iquitos a Yurimaguas y otros como la construcción de carreteras sin ningún estudio integral. No hablemos de actividades de minería aluvial que se instalan en las cabeceras de algunos ríos y quebradas como sucede en el río Napo, contaminándolos de mercurio.

Especial mención merece el interés por parte del grupo Romero y empresas asiáticas de incrementar las plantaciones de palma aceitera, cultivo esencialmente contaminante, a más de cien mil hectáreas en diversas zonas de la región, más allá de los predios ya existentes de Shanusi en Yurimaguas. Amén de antiguas prácticas depredatorias como la tala ilegal de madera y cultivo de coca, la caza descontrolada. El grupo palmas también financia la expoamazónica.

Con todas estas actividades en marcha sin que las autoridades nacionales y regionales intervengan la destrucción de la Amazonía, nuestro hogar, cuna de antiguas civilizaciones que supieron convivir con el bosque en forma equilibrada, está asegurada. No permitamos esta situación. Defendamos la nuestra Amazonía.