Un sistema político que premia la incoherencia
Hay mucho de tragedia y comedia en la actuación y en el discurso de un vasto sector de representantes de la política nacional y local. Lo vemos a cada instante ahora que se vienen las elecciones regionales y municipales que acechan candidatos – mejor dicho amenazan – que estuvieron presos, los que se pusieron a buen recaudo para que no sean llevados a la cárcel, los hay también en proceso de investigación, etc. Es inaudito, no es una broma, el nivel de cinismo que manifiestan ciertos sectores políticos, secundado por una parte de la población susceptible de caer víctima de los espejismos que provoca la precariedad. Qué saludable sería que todo candidato que se presente a una contienda electoral muestre tal intachabilidad que nadie tenga que reclamarle nada de nada. Esto ayudaría mucho sin duda, y constituiría un indicador de cómo gobernaría en caso de ser elegido por los electores. ¿Qué determina la elección de un candidato? Ciertamente que la “prensa” y los intereses que están detrás