Por: José Manuyama Ser testigo de ver a un estudiante recoger una envoltura de plástico de lo que fuera un caramelo u cualquier otro producto parecido, que algún inconsciente arrojó, causa una grata sensación cuando se trata de ir librando una batalla a favor de generar una conciencia ambiental que parta del cuidado del entorno más cercano y termina en una valoración del papel del hombre frente a la naturaleza planetaria. En el cuidado del medioambiente se sintetiza la esencia de lo que significa sembrar en las futuras generaciones el fermento que luego de vida a un nuevo tipo de hombre para una nueva sociedad, donde el respeto por el otro y su medioambiente sean los ejes centrales de la acción humana. La escuela necesita crear espacios ejemplarizadores donde el estudiante pueda encontrar sentido a lo que lee e investiga. Que le permita pasar del saber a la acción, ponga el conocer al servicio del convivir. Un convivir pleno, dado sin restricciones, que explote lo mejor del ser h...