EL AGUA SAGRADA

Gonzalo Tello* Además de la bendita, hay aguas que son sacras para los humanos. Son las que les permiten continuar hacia el futuro, siguiendo su proceso evolutivo sin aspavientos ni angustias de carencia; son las que permiten SER a la madre naturaleza, las que permiten que sea posible la visión misericordiosa y maravillada de la vida, la existencia del ambiente y la presencia de la Madre en el lugar donde estas fluyen. En ese sentido de profundo apego al ser y existir, se puede afirmar que las aguas del río Nanay son aguas sacras, pues garantizan que a lo largo de su cuenca más de medio millón de personas, incluyendo los habitantes de Iquitos, puedan saciar su sed, cocinar, bañarse, usarla para una serie de procesos productivos, por ser un don de Dios. Habiendo estado viviendo una temporada larga en Somalia luego de 4 años de grave sequía, me considero autorizado para afirmar, sin ambages, que el agua limpia del Nanay, a pesar que anteriormente un grupo de irresponsables codic...